Las necesidades nutricionales cambian con el tiempo y alrededor de los 50 años, su cuerpo necesita más de ciertos nutrientes para promover la buena salud. Los músculos pueden deteriorarse y los huesos se debilitan con la edad, pero con buenas opciones dietéticas, el cuerpo puede nutrirse de una manera que ayuda a construir músculo y fortalecer los huesos. Prestar atención a la salud muscular y ósea es una buena manera de crear una base física segura.
La proteína es buena para los músculos.
Los músculos apoyan los huesos y el movimiento del cuerpo, pero lamentablemente están sujetos a declive a medida que envejecemos. El deterioro de los músculos puede comenzar tan pronto como sus 30 años cuando comienza a perder el 3-5% de su músculo esquelético cada década. Pérdida muscular, una enfermedad llamada sarcopenia, afecta el equilibrio, la marcha y el movimiento de hasta el 50% de las personas mayores de 70 años. Comer alimentos ricos en proteínas puede ser una forma fácil de evitar la pérdida muscular. Los adultos mayores de 50 años deben estar comiendo 25-30 gramos de proteína en cada comida para alimentar los músculos del cuerpo. Las proteínas como la carne magra, los peces y los frijoles son excelentes maneras de agregar proteínas a su dieta. Las comidas también deben incluir una matriz de verduras con énfasis en las variedades verdes y de hoja que tienden a ser más altas en proteínas. La proteína es la base de los músculos sanos y proporciona a la energía la energía para mantenerse activa y más ayuda para combatir la pérdida muscular.
Calcio y vitamina D para la salud ósea.
Además de los cambios en la masa muscular del cuerpo, los huesos también se ven afectados por el envejecimiento. A medida que envejecemos, los huesos se vuelven frágiles y frágiles que conducen a la osteoporosis. El calcio sigue siendo importante en la dieta adulta, ya que el número de años se registra. Es importante mantener suficiente consumo de calcio para que los huesos ya envejecidos no estén sujetos a un agotamiento adicional del calcio. Esto sucede cuando el cuerpo toma el calcio que necesita al reabsorbarlo de los huesos que hacen que se vuelvan quebradizan. La vitamina D ayuda a los huesos absorber el calcio. Coma al menos tres porciones de lácteos de bajo contenido de grasa o sin grasa fortificados con vitamina D cada día. Si los lácteos no encajan en su dieta, come artículos con calcio agregado como el jugo de cereal y naranja o tome un suplemento de vitamina D.
A medida que el cuerpo envejece, los requisitos nutricionales recomendados no varían mucho, pero algunos cambios en el cuerpo merecen especial atención. Comer alimentos ricos en proteínas y calcio ayuda a mantener músculos y huesos fuertes. Estos cambios dietéticos, con el tiempo, se sumarán a un cuerpo más fuerte y lo ayudarán a permanecer activo y saludable en sus años dorados.
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